¡Ay de tí, pequeño ruiseñor!
Que cantas con la primera aurora,
¿no sabes que aún no sale el sol?
Inflamas tu pecho, gorgojeas
imaginando el espectáculo de la paleta celeste,
sientes ya su calor
pero ¡ay de ti!, ¿no sabes que aún no sale el sol?
Mejor espera,
quieto,
en silencio,
calmo el corazón.
¿Acaso no confías en tu Creador?
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